Contaminantes en nuestra comida… nos envejecen
- LAURA VALENTINA LEIVA BARRETO
- 17 may 2022
- 3 Min. de lectura
Autor: Margarita Romero
Fecha de publicación: 14 de abril del 2022
Los residuos y la contaminación afectan al planeta. De hecho, los contaminantes nos envejecen. ¡Conoce los detalles!
Todos los seres vivos necesitan de alimentos para sobrevivir, sin embargo, derivado de las condiciones de producción —tanto en las industria agrícola como en otras—se producen contaminantes que aceleran el cambio climático y afectan de diversas formas la salud, y recientemente se ha descubierto que también nos envejecen.
Las primordiales vías de contaminación de los alimentos son el viento, polvo o tierra, contacto con utensilios, zonas u otros alimentos contaminados, manos sucias, insectos y roedores.
¿Por qué los contaminantes nos envejecen?
Según con un análisis llevado a cabo por la Universidad de Navarra y el CIBER de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), hay varios elementos químicos sintéticos que contaminan el medio ambiente, no obstante, los que sobresalen con los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs).
Dentro de las propiedades de los COPs se hallan que son:
Persistentes: Permanecen durante mucho tiempo en el ambiente; son resistentes a la degradación.
Bioacumulables: Son solubles en grasa, por lo que se incorporan en los tejidos de los seres vivos, y de esta forma pueden aumentar su concentración a través de la cadena trófica.
Altamente tóxicos: Provocan graves efectos sobre la salud humana y el medio ambiente.
Sin barreras geográficas: Se transportan largas distancias, esto implica que pueden llegar a regiones en las que nunca se han producido o utilizado.
Estas cuatro características de los COPs son las que los hacen más peligrosos, ya que existen a escala global. En otras palabras, para eliminarlos no basta con reducir su producción en un ciudad, sino en el mundo. Por ejemplo, en el Amazonas, aunque no exista producción de este tipo de contaminantes sí se pueden encontrar y afectar la salud de las personas.
Ahora bien, en los COPs hay una pluralidad de contaminantes, entre ellos se hallan las dioxinas y los policlorobifenilos (PCBs), así como otras sustancias que tienen dentro en su composición química elementos diversos al cloro.
Por cierto, las dioxinas y los PCBs, gracias a las propiedades que poseen, se hallan la cadena alimentaria, en especial en:
Productos cárnicos.
Lácteos.
Pescados y mariscos.
Diversos estudios reflejaron que los niveles PCBs conseguidos desde la ingesta dietética estaban asociados con un más grande peligro de desarrollar hipertensión y obesidad. Por cierto, los estudios mostraron una agrupación entre la exposición dietética a PCBs y patologías como arterosclerosis coronaria, insuficiencia cardíaca, diabetes tipo 2 y mortalidad por patologías cardiovasculares, entre otras.
¿Qué hacer para minimizar dichos contaminantes?
Una medida obvia es reducir o evadir la producción de tales contaminantes.
De esa forma, es fundamental que a partir de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) las organizaciones asuman estas reducciones, así como el hecho de incentivar averiguaciones sobre el asunto.
CONCLUSIONES
Se sintetiza que existen prácticas que apuestan por el desarrollo sostenible, por ejemplo, la agricultura regenerativa entendida como el cúmulo de prácticas holísticas de gestión de la tierra con la finalidad de desarrollar la salud del suelo, la resiliencia de los cultivos y la densidad de los nutrientes, con ello se puede mitigar el cambio climático, ya que reduce el carbono y mejora el ciclo del agua. Además de estas, muchas otras más que pueden irse implementando paulatinamente en la cotidianidad y realidad de las personas.
APRECIACIONES PERSONALES
Considero que luego de una pandemia en la que hubo incertidumbre, miedo, intriga y otros sentimientos encontrados, muchos persona quedaron sufriendo distintas enfermedades, entre ellas, los trastornos alimenticios, los cuales orillan a las personas a polos extremistas; bien sea para exceso de comida o por ingreso nulo de la misma. Por ello, el saber qué comemos es un tema que se vuelve, hoy más que nunca, importantísimo en la realidad mundial.
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